En el sagrado universo de tu ser reside un poderoso compañero: tu Guía Espiritual. Este maestro interno te apoya hacia tu misión. Para despertarse a su presencia, practica la concentración. Escúchalo con atención en las suavidades de tu vida. Su amor te inspira. Observa el ritmo de la vida. Practica con devoción. Confía tu proceso. r